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Invertir en acciones: cómo valorar las acciones a la hora de tu inversión

Para tener éxito en el mundo de la inversión tienes que intentar pagar menos de lo que crees que valen las cosas. El problema surge cuando intentamos entender cuál es el valor intrínseco, porque es un concepto muy amplio. Una cosa es el precio de mercado y otro el valor intrínseco. En este artículo conocerás cómo valorar las acciones

Contenido

  1. ¿Qué es la inversión en acciones?
  2. Ventajas e inconvenientes de la inversión en acciones
  3. La fortaleza mental necesaria para invertir en acciones
  4. Cómo valorar las acciones

¿Qué es la inversión en acciones?

Una acción es una parte indivisible del capital social de una empresa que cotiza en la bolsa o mercado de valores. Cada persona puede adquirir acciones de una empresa convirtiéndose así en dueño en cierta medida de ésta. Por tanto, las acciones son títulos valores que te dan la propiedad de un negocio.

La bolsa es una inversión muy rentable a largo plazo. Los stocks han tenido un 6.6% de rentabilidad en los últimos 200 años, lo que significa que han convertido 1 dólar en más de 700.00 dólares.

Ventajas e inconvenientes de la inversión en acciones

Las ventajas de invertir en acciones

  1. La rentabilidad, por lo comentado anteriormente
  2. La posibilidad de diversificación de forma sencilla, reduciendo así nuestro riesgo. Lo podemos hacer por nosotros mismos o a través de fondos que invierten en una cartera de acciones.
  3. La liquidez, porque podemos entrar y salir del mercado de forma rápida y barata. No es lo mismo que una inversión en bienes raíces que tienes que vender la casa y a veces no hay comprador.
  4. Los costes de inversión, pues son reducidos tanto en tiempo como en dinero. Por ejemplo, invertir en una franquicia tiene más costes que invertir en acciones de una empresa.

A pesar de las ventajas de la inversión en acciones, es considerada una inversión de alto riesgo y muchos acaban perdiendo dinero, porque la gente no sabe lo que hace, principalmente porque:

  1. No tienen la formación adecuada
  2. No tienen fortaleza mental, para aguantar la volatilidad del corto plazo, no verse arrastrado por el efecto manada y no tener paciencia.

La fortaleza mental necesaria para invertir en acciones

La volatilidad es la variación en el precio de un activo. Un 6,6% anual de rentabilidad anual no quiere decir que la rentabilidad sea del 6,6% cada año. Por ejemplo, la rentabilidad media del S&P500 fue del 9,03% en los últimos 10 años. No obstante fue muy volátil, por ejemplo, el 2008 cayó más del 36,55%.

Lo complicado es que no se sabe cuándo llega un año malo. Lo malo es que muchas personas por no controlar sus emociones de miedo o pánico, cuando caen las bolsas tratan de vender sus activos, en vez de comprar más, lo que hace que pierdan su dinero. Los inversores también tienen que luchar contra el entorno y el efecto manada, es decir, la tendencia a asumir las ideas o realizar las acciones que son aceptadas por la mayoría del grupo.

La volatilidad a largo plazo se reduce a largo plazo. A mayor plazo, menor volatilidad. A 10 años es muy difícil perder dinero, y a 20 años, nunca se ha perdido dinero en el S&P500.

A corto plazo, el tema de la volatilidad es complicada. Por eso hay que tener paciencia.

Dicen que los inversores se mueven por 2 sentimientos: el miedo y la codicia. Pero hay un tercero igual de peligroso, que es el aburrimiento. La impaciencia es costosa por que cada vez que compras o vendes tienes un coste.

Se dice que los muertos invierten mejor, porque compraron buenas compañías y como estaban muertos no podían vender cuando hay volatilidad.

Cómo valorar una acción

Si haces un buen trabajo de valoración, eventualmente el mercado te va a dar la razón, en uno o dos años. No obstante, hay muchas personas que no tienen paciencia para hacer dicho análisis o no buscan una inversión en ese horizonte temporal, por lo que entonces pueden surgir problemas o su rendimiento no son todo lo bueno que deberían saber.

El valor intrínseco tiene que ver con los descuentos de flujos de caja (DCF) que no es más que descontar a una tasa apropiada lo que va a ganar una empresa a lo largo de su vida.

La valoración se puede hacer de muchas formas. La más común es la valoración por múltiplos, trata de predecir lo que va ganando una empresa en 3, 5 o 10 años. Pero cuando valoramos por múltiples, hay varias opciones.

Conclusión

El invertir no es una ciencia sino un arte, nadie va a saber predecir cuánto va a ganar una empresa dentro de 10 o 15 años. Pero para poder tener una rentabilidad en tu inversión en acciones es conveniente que aprendas a valorar las acciones.

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