Cómo las guerras políticas presionan el mercado cripto

Bitcoin como víctima del conflicto
USD/JPY
Zona clave: 150.00 - 151.50
Compra: 151.50 (en una ruptura segura de 151,00) ; objetivo 153.50; StopLoss 150.80
Venta: 150.00 (con fuertes fundamentos negativos) ; objetivo 148.50-148.00; StopLoss 150.70
Trump declaró durante su primer mandato que Estados Unidos estaba librando una guerra comercial contra China. En 2018–2019, el aumento de los aranceles sobre metales, electrónica y componentes provocó un efecto dominó que derrumbó las cadenas de producción y los índices bursátiles. En aquel momento, las criptomonedas eran vistas como un “activo de riesgo” y se movían en sincronía con las acciones tecnológicas.
Hoy, acciones similares por parte de los políticos están alterando el equilibrio de poder no solo en los mercados tradicionales, sino también en la economía digital. Trump volvió a acusar a Pekín de “competencia desleal” y anunció su intención de reestructurar completamente las relaciones comerciales entre ambos países, subrayando que “América ya no tolerará la desigualdad”. Desde ese momento, los inversores en cripto comenzaron a incluir en los precios el riesgo de una catástrofe.
El anuncio de aranceles del 100% sobre las importaciones chinas fue el desencadenante de la caída. En cuestión de horas, el BTC se desplomó desde la zona de $121.000 hasta $108.000, y el volumen total de liquidaciones superó los $21 mil millones, aunque las pérdidas reales fueron probablemente mucho mayores.
El conflicto comercial entre EE. UU. y China afecta al mercado cripto mucho más de lo que parece. No solo impacta los productos terminados, sino también el suministro de equipos tecnológicos, desde microchips hasta componentes utilizados en la minería. El aumento de los costos de los equipos eleva el coste de la minería y reduce la estabilidad de las empresas mineras.
Durante fuertes fluctuaciones de precios, el comercio algorítmico, las posiciones apalancadas y los derivados amplifican los movimientos, con spreads que alcanzan niveles extremos. La volatilidad de los futuros alcanzó máximos históricos, y las bolsas registraron numerosas re-cotizaciones en la ejecución de órdenes. Incluso los grandes actores institucionales se vieron obligados a reducir posiciones para mitigar el riesgo de liquidaciones en cascada.
En esos momentos, el mercado cripto pierde su principal soporte —la liquidez— y entra en una venta en cascada: los jugadores débiles salen, los grandes fondos reducen exposición, y quienes están fuera del mercado no saben si alegrarse o lamentar las ganancias perdidas. A medida que la volatilidad se estabiliza, parte del capital regresa.
Hoy, los activos digitales son parte integral de la economía global. La guerra comercial ahora tiene un componente tecnológico: el control sobre los metales de tierras raras (MTR), los semiconductores y el software. Si estas restricciones se intensifican, inevitablemente afectarán a la industria blockchain.
A esto se suma la especulación activa de ciertas figuras políticas, como la familia Trump y la empresa World Liberty Financial (WLF) con los tokens $WLFI, $TRUMP y $MELANIA. Además, la familia Trump participa (a través de American Bitcoin Corp.) en la minería de Bitcoin y la gestión de las reservas de BTC.
La participación de políticos en “esquemas” relacionados con criptomonedas, mientras los gobiernos regulan esos mismos activos, genera un potencial conflicto de intereses. Las meme coins y los tokens sin una utilidad económica clara son signos típicos de alta volatilidad y especulación. Y los posibles vínculos con capital extranjero (a menudo opaco) plantean riesgos para la seguridad nacional y la regulación.
Por lo tanto, el factor político se vuelve extremadamente importante al analizar la dinámica de las criptomonedas, ya que hace tiempo que perdieron su estatus de refugio seguro. Si desea proteger su capital, invierta en oro.
Así que actuamos con sensatez y evitamos riesgos innecesarios.
¡Buenos beneficios para todos!