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Trump y las cartas arancelarias: la serie continúa

A Donnie le jugó en contra su deseo de demostrar al mundo su gran victoria — la fecha del triunfo queda cancelada.

Por supuesto, el papel principal en este espectáculo para el público agradecido lo ocupan los votantes estadounidenses. El problema es que, hasta ahora, aparte de bonitas declaraciones, negociaciones preliminares y otras trivialidades, no ha ocurrido nada realmente importante.

De hecho, solo hay acuerdos parciales con Vietnam, Reino Unido y con China sobre tierras raras. Esto difícilmente parece un éxito global. Cambiar las fechas sería una vergüenza que Trump no aceptará. Mucho más fácil enviar cartas con amenazas.

Bessent volvió a declarar que EE.UU. está cerca de firmar varios acuerdos comerciales, pero solo queda un día y no hay resultados. Más de 100 países que ni siquiera intentaron debatir el tema de los aranceles recibirán notificación de que se les aplicarán tarifas fijas.

La semana pasada Trump aseguró que no planeaba extender la suspensión de los aranceles después del 8 de julio, pero el domingo el secretario del Tesoro de EE.UU. Bessent y el secretario de Comercio Lutnik anunciaron que la suspensión se prolongará hasta el 1 de agosto.

Según fuentes diplomáticas de la UE, Trump dividirá a todos los países en tres bloques: aquellos con acuerdos firmados, aquellos con extensión de la suspensión hasta el 1 de agosto, y un tercer grupo — los más tercos — que recibirán aranceles altos a partir del 1 de agosto. Este grupo problemático incluye a todos los que resisten los aranceles básicos de Trump del 10% y que no quieren comprar productos agrícolas de EE.UU. Pero si aparecen ofertas interesantes, Donnie espera negociar también con estos socios.

Entre las últimas noticias: Trump afirmó que cualquier país que apoye la política “antiamericana” de los BRICS (es decir, transacciones en monedas locales) será gravado con un arancel adicional del 10% sin excepciones. Los representantes de los BRICS, de momento, interpretan esta declaración como otra broma fallida.

Por ahora, el escenario después del deadline del 9 de julio no cambia: si hay huida del riesgo, será de corto plazo, mientras que el apetito global por el riesgo se mantiene. El gran capital sigue confiando tanto en posibles acuerdos antes del 1 de agosto como en una extensión de la suspensión de los aranceles. En nuestra opinión, la verdadera incógnita se traslada al 31 de julio, cuando las tarifas de Trump podrían ser anuladas por decisión de la Corte Suprema.

Pero mientras Trump sigue enviando sus cartas, los índices bursátiles estarán nerviosos. Posiblemente de forma seria.

Así que actuemos con sensatez y evitemos riesgos innecesarios.

¡Buenos beneficios para todos!

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